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Mi nombre es Adriana González Olivo, soy una apasionada del arte —y también una intensa—. Suelo escribir y diseñar contenido para diferentes marcas y medios de comunicación. Pero la mayoría del tiempo lo hago sobre lo que más me apasiona, la música.

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Bandalos Chinos - El big blue

Bandalos Chinos - El big blue

GENRE: Indie Pop LABEL: Virgin Music YEAR: 2022

‘El big blue’ es el primer disco con el que podemos decir que conocemos más de Goyo, Tomás, Iñaki, Matías, Nico y Chapi, no solo lo que quieren que sepamos de ellos.

Un “querido diario” muchas veces suena mal. Así que la mejor opción es convertir el instante, lo que sentimos, vivimos y vimos en una pintura o una canción. Este es el arte más vulnerable y memorable. Para Bandalos Chinos, El big blue es el primer disco que, después de escucharlo, podemos decir que conocemos más de Goyo, Tomás, Iñaki, Matías, Nico y Chapi, no solo lo que quieren que sepamos de ellos, sino cuál es su escala de grises, dentro de su mundo de color.

En BACH (2018), Bandalos Chinos puso en práctica todo lo que había desarrollado en sus primeros EP desde el 2014, con canciones funky con vibra de los setenta y ochenta para luego burlarse de su nueva identidad de “estrellas” en Paranoia pop (2020), un proyecto donde llevaban sus referencias en la manga de una manera obvia, cuyo tema homónimo hace honor tanto a Fame de Bowie como a Kiss de Prince.

Ahora en El big blue finalmente desnudan su fachada y se liberan de personajes o fantasías para mostrarnos la realidad, ¿quiénes son?, ¿qué los mueve?, ¿qué les duele?, ¿qué quieren contarnos? No solo es evidente en las letras, sino en el proceso que utilizaron para producirlo. Adán Jodorowsky, con quien han trabajado desde el álbum pasado en el Sonic Ranch de Texas, quiso que esta vez grabaran en conjunto y sin muchas tomas, dando como resultado que así el proyecto se sienta más natural, vivo y cercano, a diferencia de los dos anteriores, que fueron mucho más elaborados y distantes.

El vidrio del televisor que existía entre ellos y nosotros se rompió poco a poco para convertirse en imágenes vívidas que se encuentran en todas sus composiciones, haciendo que el LP sea como una serie de videos de sus teléfonos. Sin vos no puedo abre el disco de una manera fresca y con unas letras extremadamente pegajosas, que nos hacen sentir cómo es percibir que dejamos a un amigo o a alguien atrás porque estamos avanzando persiguiendo nuestros sueños. Esa sensación bittersweet de orgullo por lo que hacemos y desgarradora por no poder continuar con ellos en el trayecto es una constante. 

La cinta nos mantiene en una mezcla entre la tristeza profunda y las ganas de querer torcernos los tobillos en la discoteque en La final, donde usan referencias de fútbol para encubrir el fin de una relación por terceros, la cual no se quería que terminara, algo que se repite en La última vez, donde intentamos reencontrarnos con ese amor, y en No, no, no, que cuenta con sintetizador sublime de fondo para simular el ruido que nos interrumpía y no nos hacía entendernos con la otra persona, por lo que todo debe terminar.

Bandalos Chinos contó con cameos y apariciones especiales. En La final, Franco Saglietti de Francisca y los Exploradores hace su magia. Pero él no es el único. No, no, no y Mi fiesta tienen la participación de Joaquín Vitola de Indios y Esmeralda Escalante de Ainda. En La última vez y Grado de oscuridad escuchamos otras voces con las escrituras de El David Aguilar y Tomi Verduga, respectivamente, quienes ayudaron al grupo a expresar estas otras versiones de azul.

El lado dramático y tóxico de El big blue es de diferentes tonos de rojo en Callame, que, según los miembros del grupo, está inspirada en Los Rodríguez. Pero que muestra evidentemente influencias de Así es la vida de Elefantes, es una composición con toques de flamenco que hace que queramos estar en una telenovela, tal y como lo hicieron ellos en el video de la canción. Entrada conserva parte de esta energía oscura y narra la historia de una persona que no logra reconciliar la paz después de haber perdido todo. 

La oscuridad se va transformando en violeta interestelar con Mi fiesta, esencialmente funky y disco que hace querer hacer boogie a cualquiera. Es el take de Los Chinos de Somebody Else (The 1975) al ritmo de Daft Punk. No queremos estar con la persona, pero en secreto los deseamos, ¿somos masoquistas? La respuesta es sí. Pero no importa en este contexto, sobre todo cuando nos perdemos bailando en Una propuesta, un tema muy amarillo que se revuelve en el sonido de una boda caótica en una riviera italiana. Con Sillón entramos en un verde relajante muy jazzy que podría sonar como un tema de Louis Armstrong. 

Ooops… al parecer el VHS se dañó y nos hizo regresar en el tiempo para recordar todas las cosas que vivimos con esa persona que perdimos. Pero esta vez no sentimos tristeza, sino liberación y paz por esos momentos que vivimos, no nos arrepentimos de todo lo que pasó, sino que los agradecemos porque sabemos que es lo que debía suceder. Que lindo es acordarme de vos tiene como prisma un piano hace que veamos los tonos más brillantes, que todo sea un arcoiris. 

Los momentos de tristeza no tienen que ser El big blue, dentro de la pérdida, los corazones rotos y las señales cósmicas que tanto odiamos siempre hay un lado de colores que no imaginamos y que muchas veces perdemos por estar pensando en lo que pudo ser, en esos abrazos que no existieron y en ese “querido diario” que no fue. Bandalos Chinos nos ha introducido a esos videos caseros que nos estábamos perdiendo y que en el futuro seguramente seguiremos viendo.

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7.8/10

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