Rosalía - MOTOMAMI
GENRE: Pop/RnB LABEL: Columbia Records YEAR: 2022
“Es un proyecto donde la dualidad es esencial, por un lado tenemos el lado “Moto” que es mucho más callejero, brusco, y el lado femenino de “Mami” que da como resultado un proyecto diverso y entretenido.”
¿Quién dice que tenemos que ser una sola cosa? Según las escrituras antiguas de Brooks, donde dice “I'm a bitch/I'm a lover/I'm a child/I'm a mother/I'm a sinner/I'm a saint”, podemos ser muchas cosas al mismo tiempo, una cosa no excluye a la otra y Rosalía tomó esa idea para crear el concepto de su nuevo disco, MOTOMAMI, donde no deja de explorar su identidad en ningún momento para poner en duda todo lo que conocíamos —y asumíamos— sobre ella. Es un proyecto donde la dualidad es esencial, por un lado tenemos el lado “Moto” que es mucho más callejero, brusco, y el lado femenino de “Mami” que da como resultado un proyecto diverso y entretenido.
Desde Saoko, su primer single y el tema que introduce el disco, la cantante catalana demuestra sus habilidades de producción y que puede saltar de un sonido a otro sin perder su sello icónico. Puede darnos desde un bolero, una bulería, un RnB, hasta un reggaetón fuerte á la Arca, de quien se puede ver una fuerte inspiración y muchas veces parece que participa en la creación del LP por la manera en la que se ejecuta muchas de sus ideas.
La lista de créditos es larga y ha contado Rosalía en múltiples entrevistas que le dio mención a todos los que le dieron alguna idea o colaboraron de alguna manera en el diseño de sus 16 tracks. Por eso, podemos ver que está Tainy, Sky Rompiendo, Pharrell, El Guincho, Michael Uzowuru, entre otros, en varias composiciones, ya sea en la parte de líricas o de sonido. Sin embargo, eso no significa que sea sobrecargado, sino todo lo contrario. El resultado que da son temas limpios en los cuales su voz es la protagonista y nunca se pierde en la mezcla.
Ese minimalismo está presente no solo en sus canciones, también lo está en los visuales que presenta. Ella no necesita muchas cosas para demostrar quien de verdad es, más bien, su esencia no necesita muchos decorados para destacarse entre los demás. La portada es esencial para comprender la dualidad de Motomami, con un fondo blanco, una pose femenina y solo un casco de moto puesto, ella nos dice que va a mostrarse tal cual es y a desnudar su alma frente a todos. Su último sencillo, Hentai, refleja ese espíritu con letras sucias y un sonido etéreo, donde sus habilidades vocales no pasan desapercibidas sobre un piano jazz inspirado en Sinatra.
En sus proyectos previos, Los ángeles (2017) y El malquerer (2018), Rosalía solo nos había hablado a través de personajes, nunca habíamos conocido quién era ella, cómo pensaba, cuáles eran sus influencias o qué la apasionaba. Aquí ella escribe como si fuésemos sus amigos, por lo cual la mayoría del tiempo se siente que faltan detalles dentro de sus narrativas y tiene cosas que hacen que sea dadaísta la manera en la que escribe, haciendo que termine siendo controversial. Canciones como Saoko y Chicken Teriyaki tienen letras incoherentes que sirvieron para mercadear el álbum y llamar la atención de millones, tanto de buena como de mala manera.
Muchos de los comentarios que se vieron en redes sociales antes del lanzamiento de Motomami fueron sobre cómo la cantante de Bagdad había dejado de lado su fuerte sonido español. En canciones como Bizcochito, Bulería y Diablo, se ve que siguen estando integradas en su ADN los elementos de su cultura con sonidos de feria, una voz similar a la de María Isabel en Antes muerta que sencilla, palmas y zapateos, solo que esta vez nos muestra mucho más sus influencias urbanas con referencias a Plan B, M.I.A, Daddy Yankee y Lil’ Kim y por artistas más experimentales como Billie Eilish, James Blake, Frank Ocean y Arca.
Sin embargo, no todo era color de rosas. Dentro del proyecto, la catalana reflejó la realidad de la fama constantemente y no solo en su colaboración con The Weeknd, La fama, sino en otros como G3 NI5, su cover de Delirio de grandeza y Diablo, donde vemos cómo las personas que la rodean solo usan drogas, solitarias y se abstraen de la realidad o cómo la juzgan por querer explorar otras cosas. Además, temas como Como un G, usa elementos de hyperpop para reflejar gritos de dolor por relaciones, personas y momentos perdidos que jamás se repetirán.
Rosalía nos muestra que su disco no tiene sentido o un hilo conductor, es como un CD con sus canciones favoritas, canciones que la hacen ser ella y que lo que las une es lo que dice en su último tema, Sakura, “Solo hay riesgo si hay algo que perder/Las llamas son bonitas porque no tienen orden/Y el fuego es bonito porque todo lo rompe”. Al final del día, no todo tiene que ser perfecto, solo tiene que ser auténtico y honesto consigo mismo, esa es la belleza de la naturaleza y de Motomami.
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